MODO DE USO DE LA MEDICINA GERMANICA

En la germánica la terapia es causal.

Permite conocer y poder así explicar al paciente la causa, el origen de su enfermedad. Para el paciente es importante comprender lo que le está ocurriendo, de modo que el especialista en medicina germánica que lo atienda deberá explicarle el programa especial biológico en el que está inmerso, sus fases y sus síntomas.

El paciente relajado y ahora liberado del pánico, que constituye el mayor obstáculo para la solución y la total recuperación , puede comprender que se trata de un proceso consentido biológico y permitir que la capacidad de autocuración del organismo prevista por la naturaleza se pueda llevar a cabo.

La mayoría de lo que antaño denominábamos enfermedades y que creíamos poder curar con medicamentos, en un 95% de los casos , eran fases de solución. Los síntomas de la fase de conflicto activo pasaban en la mayoría de las ocasiones desapercibidos, excepto, por ejemplo, en los órganos gobernados por el cerebro arcaico.
El propio choque biológico, es decir, en instante del shock que lo toma uno a contrapié, era ya el punto de partida de este programa de supervivencia. También podría decirse que era el principio de la terapia biológica, ya que el único objetivo de la fase de conflicto activo es realmente la solución del conflicto. la fase de solución, en realidad no es más que el servicio de limpieza del organismo, que regula nuevamente las alteraciones que necesariamente se habían permitido.

Es una tontería de los médicos el querer interferir con medicamentos el funcionamiento óptimo de este servicio de limpieza.
La naturaleza ha ido optimizando y perfeccionando estos programas especiales con sentido biológico durante millones de años. Y debemos preguntarnos en cada caso, si las medidas de Ayuda, adicional no actúan en contra del sistema de Autoterapia que la naturaleza tiene previsto. Aquellos que utilizan la medicina germánica de manera inteligente a menudo deciden esperar y dar a la naturaleza la oportunidad de utilizar sus posibilidades biológicas en lugar de intervenir con un frenesí salvaje siguiendo la mentalidad de que algo hay que hacer, y, Mejor más que menos. Cuando conocemos que casi sin medicamentos, y por supuesto en todo caso sin quimio ni morfina, el 98% de los pacientes puede sobrevivir, entonces está claro que debemos aprender una forma de actuación completamente nueva. No hay mayor felicidad que ver a un paciente sin pánico cuando ha comprendido completamente la evolución de su proceso proceso o enfermedad.
La medicina germánica no rechaza sistemáticamente las operaciones y los medicamentos. La moderna medicina de urgencias es, como no, correcta en parte.

En el caso de qué un quiste muy grande por ejemplo de ovario, presione otros órganos, o en el caso de una verdadera oclusión intestinal debido a un tumor muy poco frecuente, Una intervención quirúrgica es realmente sensata. Sin embargo en relación a esto hay que dejar claro que la naturaleza ha previsto el espasmo tónico local de la crisis epiléptica del intestino para el caso de qué un verdadero bocado atascado, por ejemplo un hueso, puede movilizarse una vez reducido mediante el aumento de jugos gástricos que el tumor ha producido. En la civilización, aquello que no se puede asimilar no se trata normalmente de un trozo de alimento real.

En estos casos la crisis epiléptica es considerada un síntoma de oclusión intestinal cuando el diagnóstico radiológico encuentra un tumor intestinal próximo al bocado atascado invisible o simbólico. Y entonces se concluye el diagnóstico: oclusión intestinal por tumor. Aunque con frecuencia el tumor no sea mayor que una nuez y en realidad no puede verdaderamente obstruir el intestino, no importa porque un tumor es un tumor, y no hace falta cuestionarse nada más.
Toda la diagnosis al completo, sin el conocimiento de la germánica es una tontería. Y la consecuente terapia, operación, quimio, etc., una tontería aún más grande

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