Tercera ley de la biología

3

Esta ley explica cómo se comporta la enfermedad. 

Es el Sistema ontogenético de tumores y enfermedades análogas. Ontogénico quiere decir que todas las enfermedades en la medicina proceden de la historia evolutiva del ser humano.

La tercera ley de la biología explica cómo se comportan los órganos creados por las 4 capas germinales durante la fase activa y durante la fase de solución, si es que el conflicto ha sido resuelto.

Los órganos creados por el Viejo cerebro (Endodermo y Viejo Mesodermo) tienen una reproducción o proliferación  celular durante la  fase  activa (crecimiento de un tumor  plano o compacto con pleno sentido biológico). Durante la  fase de reparación el tumor creado durante la  fase activa (como mejora biológica), al no ser ya necesario es descompuesto y eliminado del cuerpo mediante la acción de las bacterias designadas por el cerebro.

Los órganos creados por el Nuevo cerebro (Nuevo Mesodermo y Ectodermo) tienen una necrosis,  parálisis o úlceras respectivamente durante la fase  activa del programa  biológico, con pleno sentido. Durante la  fase de reparación se rellenan las lesiones gracias al trabajo bacteriano.

La teoría estándar de las metástasis sugiere que las “células cancerígenas” de un tumor primario viajan a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático a otras partes del cuerpo donde éstas producen un crecimiento “canceroso” en el nuevo sitio. 

De acuerdo a las Cinco Leyes Biológicas, los cánceres secundarios y terciarios no son el resultado de células cancerosas que migran, sino de un segundo o tercer choque biológico, frecuentemente iniciado por un choque en el momento del diagnóstico o del pronóstico, que pone al individuo en una situación total de pánico, causando un nuevo conflicto o, más aún, varios nuevos conflictos, llevándolo a presentar cánceres adicionales.

Querido lector, seguramente te estarás preguntando a esta altura, ¿Cómo hizo el Dr. Hamer para realizar semejante descubrimiento?

Esta pregunta  fue hecha al Dr. Hamer en 1992 en Colonia, Alemania y el  Dr. Hamer respondió:

Descubrí el sistema ontogénico de los cánceres y enfermedades onco-equivalentes (parálisis motriz) tras la observación de aproximadamente 10.000 casos. Trabajaba en forma absolutamente empírica como cualquier buen científico debería hacerlo. Documentaba todos los casos que iba recolectando junto con los escáner de TAC del cerebro así como la evidencia histológica. Fue solamente cuando había ya juntado toda esa información y comparado los resultados cuando descubrí que había un sistema subyacente. Fue imponente, en particular porque jamás habíamos pensado que eso fuera posible. 

Había muchos pacientes con tumores compactos que mostraban crecimiento celular en la fase de conflicto activo (o fase simpaticotónica) pero en otros casos crecían durante la fase de reparación (o fase vagotónica) después de haberse resuelto el conflicto (conflictolisis). Simplemente no podía tratarse de la misma enfermedad. Por lo tanto había dos formas de aumento celular:

  • Una en la fase de conflicto activo
  • La otra durante la fase de reparación.

Aquellas enfermedades que muestran una reducción o disminución celular (hoyos, necrosis o úlceras, también llamadas abscesos) en la fase de conflicto activo, tienen aumento celular en la fase de reparación. Comparé estos descubrimientos distintos y siempre percibí la presencia de este sistema. Aquellos tumores que durante la fase de conflicto activo formaban crecimiento celular, siempre tenían sus relés en el tronco cerebral y en el cerebelo. Estas dos porciones del cerebro en conjunto se denominan el “paleoencéfalo o cerebro antiguo”.

Todas las enfermedades cancerosas, por lo tanto, que manifiestan crecimiento celular durante la fase de conflicto activo, tienen su relé en el cerebro antiguo, que es de donde son dirigidas. Y todos los así llamados tumores, que son síntomas de reparación exuberante, que muestran aumento celular durante la fase de reparación, tienen sus relés en el cerebro nuevo (sustancia blanca y corteza cerebral).

Esta conexión sistemática fue descubierta en 1987 y fue denominada el sistema “ontogénico de los tumores y enfermedades cáncero-equivalentes”. Con la Ley Férrea del Cáncer y la Ley de que cada enfermedad ocurre en dos fases, la primera clasificación sistemática de la Medicina Germánica había sido establecida.

“Ontogénesis” significa el origen y desarrollo del ser viviente individual. “Ontogénico” significa relacionado con el desarrollo del ser individual. Por lo tanto, el sistema ontogénico de los tumores significa que ni la localización del Foco de Hamer en el cerebro, ni el tipo de tumor o necrosis que se desarrollan subsecuentemente ocurren al azar, ya que todo esto está lógicamente pre­destinado en la evolución histórica del ser humano.

Es muy importante a esta altura, olvidarse de las etiquetas que la medicina clásica da a las enfermedades,  porque solo nos aleja de lo que realmente está ocurriendo en el cuerpo. Es por esto, que hay que prestar atención solamente a los síntomas reales y no a las ideas de los médicos sobre las enfermedades. 

Ya que si conocemos los síntomas, mediante el triángulo psique-cerebro-órgano, podemos ubicarnos en la brújula de Hamer, saber si estamos en fase activa o en fase de reparación, conocer el tipo de conflicto biológico que desencadenó la enfermedad, saber si está resuelto y sino hacer algo para resolverlo. 

La medicina clásica intenta combatir el síntoma, lo cual solo genera miedo en la persona que es diagnosticada y es lo mismo que atentar contra la vida de uno. 

En Medicina Germánica, nos orientamos a descubrir que programa biológico está activo, en qué fase se encuentra, investigar si el conflicto  está resuelto,  eliminar los Rails (memorias sensoriales) asociados para que la persona  puede cursar la fase de reparación en paz y lograr completar el programa biológico, para luego volver a la normotonía o normalidad. 

Como verás querido lector, si nos enfocamos en el diagnóstico o etiqueta que ponen los médicos, no podemos hacer nada. Si nos enfocamos en los hechos, en lo verdadero, en los síntomas, podemos  investigar qué está ocurriendo realmente y hacer algo al respecto. 

“La imagen no es la cosa” repitió durante más 50 años Jiddu Krishnamurti.

El ejemplo más claro de cómo un diagnóstico o etiqueta médica nos aleja de la posibilidad de hacer algo es el del síndrome de Down. La medicina clásica hoy lo llama “el síndrome de la trisomía 21” y acusan al “cromosoma 21” de ser el responsable de tal enfermedad. 

Antes lo llamaban “síndrome de Down o mongoloide” y antes aún le decían “el síndrome de la sierra circular”. Se sabía que si las mujeres embarazadas se exponían a un fuerte chillido, esto podría provocar discapacidades en los niños. 

Entonces la causa era muy conocida. Por supuesto, con este conocimiento se podría proporcionar una protección mucho más eficaz tanto para el embrión como para la madre. Evidentemente, este no era el objetivo.

¿Por qué otra razón se habría cambiado el nombre relacionado con la causa (síndrome de sierra circular) a un nombre relacionado con el síntoma orgánico (mongoloide o síndrome de Down)?

¿Será para que toda medida de protección genuina para la madre y el niño sea imposible desde el principio?. Por tanto, se nos ha robado nuestro conocimiento de la causa. Se nos roba deliberadamente cualquier conocimiento que nos permita asumir la responsabilidad personal , y por lo tanto, nuestra libertad.

Querido lector ¿no te parece esto muy sospechoso? 

El antiguo diagnóstico de “Síndrome de la sierra circular” nos daba un panorama mucho más amplio de lo que podría haber causado esta enfermedad. El Dr. Hamer presenta el caso de Anita, una chica  que nace con síndrome de down,  cuyos padres no  aceptaron la sentencia médica y  siguieron buscando sin cesar una solución a su problema. Es allí cuando se enteran del Dr. Hamer y lo  van a ver. 

El Dr. Hamer en ese momento les fue sincero y les dijo que a pesar de que conocía muy bien la enfermedad, aún, nunca la había investigado según las leyes de la biología, pero que si gustaban él podía realizarle a Anita una Tomografía de cerebro sin contraste y buscar si aparecían focos de Hamer y de esa manera elaborar alguna estrategia para ayudar a Ana. 

Para la sorpresa del Dr. Hamer y de los padres de Anita, al investigar las tomografías el Dr. Hamer encuentra dos focos de Hamer activos, uno en cada relá  auditivo. Así es como se da cuenta de que Ana había vivido conflictos auditivos los cuales estaban activos. 

Sin lugar a dudas, si hubiésemos conocido la antigua  etiqueta “el síndrome de la sierra circular” no nos hubiésemos sorprendido y desde un inicio habríamos buscado el ruido que estuvo presente, para luego elaborar una estrategia donde sea identificado el  ruido y eliminado. 

En el caso de Anita así fue, el papá de Anita trabajaba en su casa con una cierra circular cortando caños de metal,  para refaccionar los órganos de las iglesias en Alemania. Ese chillido intenso había estado presente durante todo el embarazo de Ana.

El Dr. Hamer no solo  nos brinda la posibilidad de evitar situaciones como la de Anita al entender el cuerpo y sus programa biológicos, sino que descubre que el síndrome de down realmente se origina por fuertes ruidos durante la vida intrauterina (gritos, explosiones, peleas, parlantes, cierra circular, amoladoras, martillos neumáticos,  amplificadores, disparos, ultrasonido, etc);  también descubre  que puede ser revertido en un 100% y lo demuestra con el caso de Anita.

Hoy sabemos que si la futura madre se expone a fuertes chillidos, el niño puede sufrir esto como un conflicto auditivo doble, (dos DHS) y entrar en varias constelaciones (conjuntos de conflictos biológicos, que no generan lesión orgánica pero sí generan un cambio de comportamiento, como el autismo, la paranoia, la mitomanía, etc). 

Como en cualquier constelación, esto va acompañado de una parada en la madurez emocional y los síntomas orgánicos del síndrome de Down. 

Las mujeres a menudo ni siquiera saben que están embarazadas todavía. Imagina querido lector, una mujer que trabaja en el aeropuerto con protección auditiva debido al ruido de las turbinas o una mujer que mientras está embarazada trabaja en un aserradero, como ya hemos visto varias veces a lo largo de los años. 

Imagínate los fuertes ruidos que vive la madre en esos casos y cómo los vivirías tú, de la misma manera o incluso peor, lo percibe un niño en el útero, ya que el líquido amniótico transmite ondas sonoras mucho más directamente a todo el cuerpo del niño, ya que el agua (parte del líquido amniótico) amplifica siempre las ondas a las cuales está expuesta. El embrión también escucha un examen de ultrasonido como si alguien disparara una ametralladora junto al banco en el que está sentado.

¿Te imaginas que esto podría ser conflictivo para un embrión? 

En el pasado, la gente conocía la causa..

El enfoque de hoy en día en la medicina de Pasteur es solo en el “cromosoma 21”, multiples medicamentos y “tratamientos”, lo que solo sirven para hacer un negocio de la enfermedad y distraer la atención de la causa real, continuar echando culpas y quitarnos la posibilidad de evitar algo que en algunos casos sería totalmente evitable. Lógicamente si un transformador explota inesperadamente en la calle mientras salgo a  dar un paseo, es un hecho que no podría haber evitado. 

Es por esto que los choques biológicos no se pueden evitar, pero sí se pueden resolver. De todos modos aquí estamos hablando de evitar situaciones que sí podríamos evitar, de la misma manera que  evitamos meter las manos en el fuego para no quemarnos.

¿Cómo sería una estrategia a aplicar en este caso según los descubrimientos del Dr. Hamer con  las leyes de la biología?

Lógicamente la atención estará focalizada en la causa, es decir, el conflicto biológico auditivo. En este caso, resolver el conflicto no es realmente posible, ya que la persona afectada ha sufrido este conflicto a más tardar seis meses antes de su nacimiento y se ha detenido exactamente ahí en su desarrollo de madurez emocional. Uno puede y debe evitar los Rails o memorias sensoriales, en este caso los “ruidos”. 

El DHS detonante fue causado por ruidos. Entonces, si ahora digo de forma bastante sencilla que la persona afectada es “alérgica” al ruido, de repente todo el mundo comprendería lo que hay que hacer. No habría dudas ni preguntas.

¿Qué hacer con las alergias?

Sin dudas, hay que evitarlas, al menos hasta poder hacer consciente el “Rail” y reeducar a nuestro cerebro con ese recuerdo sensorial para que deje de afectarnos. En un principio lo que tenemos que hacer para poder recuperarnos es evitar los “Rails” y los conflictos que detonaron el programa biológico, por ejemplo el polen, la leche, el pelo de gato o simplemente el ruido, los cuales estuvieron presentes durante el choque biológico vivido por la persona. 

Además cualquier persona que haya tratado con niños con síndrome de down, sabe que estos chicos, ante cualquier ruido se tapan los oídos fuertemente para no escucharlos, con un poco de atención podrían sin lugar a dudas verificar la afirmación de la “alergia a los ruidos”. 

Es importante también destacar que la naturaleza no psicologiza. La naturaleza funciona biológicamente. La psicología no funciona en la naturaleza, ni tampoco con los programas biológicos o enfermedades. Entonces, lo que debemos aprender primero es a pensar biológicamente, a entender los programas biológicos. 

Por ejemplo, no se puede quedar embarazada con psicologizar, tan pronto como se cumplan las condiciones biológicas (terreno) eso ocurre. Psicologizar tiene poca influencia en los “Programas Especiales Biológicos y Sensatos” (SBS) de nuestro cuerpo, que también llamamos enfermedades. Nadie puede cambiar un pensamiento practicado de toda la vida de la noche a la mañana. 

Esto requiere tiempo, práctica y una formación sólida en medicina Germánica.

SI QUERES APRENDER MEDICINA GERMANICA CON UNA FORMACION SOLIDA Y COMPLETA SOLO HACE CLICK “AQUI”

Lo que  sí podemos hacer es dejar de financiar un sistema bélico médico que solo nos enferma, el cual solo financiamos porque estamos totalmente confundidos. Pagar una obra social es invertir en una enfermedad, suponiendo que algún día me “agarraré” una enfermedad tan letal que no podré pagarle al médico para que me “cure”. Espero querido  lector que a esta altura, ya no tengas  dudas de que conviene y que no.

…y dejaron  de consumir y el sistema se  cayó..  (Frase magistral de la película censurada en todo el mundo, “La belle Verte” o “planeta libre” estrenada en 1996).

Las dos imágenes son de Anita, la foto de la izquierda es de  cuando tenía el síndrome de down (DHS auditivo) y la  foto de la derecha muestra a Anita sin rasgos mongoloides,  las mismas son de un caso presentado por el doctor Hamer.

Hay 3 meses entre las dos fotos de la pequeña Ana. Hoy Ana puede vivir una vida independiente completamente normal, sin rastros de aquel  diagnóstico. 

Aquí el Dr. Hamer nos presenta un caso de remisión completa del síndrome de down. Ahora querido lector, puedes darte una idea de cómo la etiqueta puesta por la medicina clásica solo complica las cosas, nos confunde y genera más conflictos en las personas, como si no fuera suficiente conflicto vivir..

Esta no es la única etiqueta con la cual nos engañan, sino  ¡todas!. 

El mismo engaño ocurrió con el caso de la “Poliomielitis”. Supuestamente para todos nosotros en 1988 gracias a un “esfuerzo en vacunar a la población” la polio ha sido erradicada. Si investigamos los síntomas físicos de la polio, nos encontraremos con los mismos síntomas para los cuales hoy diagnostican esclerosis, estos síntomas son: dolores musculares, entumecimientos, parálisis, atrofia muscular, debilidad muscular, dolor de cabeza, fatiga crónica, entre otros, así es..

 ¡Los mismos síntomas para las dos enfermedades!

Solo le cambiaron el nombre,  para  no perder su negocio, con la antigua vacuna, y cómo son “buenos empresarios” para generar nuevos negocios crearon nuevos medicamentos y tratamientos millonarios para la esclerosis. 

En medicina Germánica el diagnóstico de “Esclerosis” o “Polio”, no nos engaña, aquí siempre buscamos síntomas reales. No hay dos “procesos de enfermedad igual” pueden haber síntomas similares, pero nunca los mismos , ya  que cada persona tiene sus propios  conflictos. Podemos observar siempre que hay tres choques biológicos como mínimo que se repiten en estos casos, en primer lugar, un “gran susto paralizante” (Ectodermo, corteza cerebral, motricidad de algún músculo involucrado en el contexto del susto e inhibición del movimiento). 

En segundo lugar un choque biológico de “profunda desvalorización” (Nuevo Mesodermo, Sustancia Blanca, responsable de la nutrición ósea y muscular) y en tercer lugar un choque biológico de “derrumbamiento de la existencia: (Endodermo, Tronco  cerebral, túbulos colectores del riñón).

Además de la confusión del  síndrome de down y de la  esclerosis múltiple,  podríamos mencionar un sin fin de enfermedades  en las cuales nos han engañado, como en el caso del  autismo,  el  síndrome de Asperger, la esclerosis lateral amiotrófica, el lupus, todos los tipos de cáncer, la gripe con todas sus variantes, etc.

Querido lector, hasta ahora nadie nos había enseñado a investigar la causa de  los síntomas, sino todo lo contrario, a responsabilizar  de la enfermedad a los insectos y los animales, como en la “gripe aviar”,  al mosquito con el “dengue”, al “mal de chagas” con el insecto triatomino, al coronavirus, al hanta virus, del HIV con los monos, a nuestra familia con las supuestas enfermedades hereditarias, a nuestro cuerpo con las supuestas enfermedades inmunológicas o algún tipo virus. 

Es por esto que nunca podríamos habernos dado cuenta sin la ayuda del Dr. Ryke Geerd Hamer del engaño al cual estábamos  sujetos. La mentira es tan grande  que nunca hubiésemos puesto en tela de juicio a los “expertos”. 

Querido  lector podríamos seguir  enumerando  todas las  estafas de la medicina clásica  varios días, pero estos ejemplos simplemente son para que podamos juntos  entender  la  importancia de los descubrimientos del  Dr.  Hamer para nuestra sociedad.

Soberanía en tu salud, podes hacer nuestro curso gratuito y aprender Nueva Medicina Germánica.

Related Articles

Responses

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *