El proceso de Reparación o restauración en la NMG
La metodología con la que se practica la Nueva Medicina es sumamente sencilla, pero necesita una comprensión humana íntegra, sana, y de experiencia y madurez. No obstante, el sentido común y la comprensión humana se han considerado en la medicina ejercida hasta la actualidad como no científicos y poco serios. Hasta ahora se trabajaba principalmente de forma “estadística”. Una vez comprendida la metodología con toda su lógica, surge el problema de aprender a trabajar como un detective psico-criminalista.
Para un médico que trabaje realmente en cuerpo y alma y que tenga un corazón cálido para sus pacientes, no hay nada más emocionante y satisfactorio que dedicarse de forma profesional a la Nueva Medicina. Esto le va a llevar a todo médico que posea cualidades carismáticas a buscar el conocimiento más amplio que pueda brindar la medicina, al cual el especialista, considerado actualmente como la cumbre de la medicina científica, no tiene acceso.
Tal vez no sea exagerado decir que todo aquel que quiera trabajar con la Nueva Medicina, por más conocimientos que tenga y por más dominio que posea de los tres niveles, tiene ante todo, que ser una persona madura y bondadosa, una persona en la cual el paciente encuentre un apoyo humano incondicional y una profesionalidad sobresaliente. La medicina del futuro consiste en menor prescripción de medicamentos y en una mayor comprensión por parte del paciente del origen de su conflicto biológico y de su así llamada “enfermedad”, buscando en colaboración con el médico el mejor camino para salir de su conflicto o para no volver a caer en él en un futuro. Se trata de que el paciente conozca todo el proceso del concreto SBS (Programa Biológico Especial de la Naturaleza, con pleno sentido) que se ha desencadenado con el DHS, y las dos fases que lo componen con sus síntomas particulares por las que aquel ha de pasar.
Lo especial de la Nueva Medicina es que el paciente se convierte en protagonista absoluto del proceso que se lleva a cabo en su propio organismo. Ya no se “actúa” sobre el paciente, sino que el paciente actúa por sí mismo. En la Nueva Medicina la relación médico-paciente tiene que revisarse y redefinirse completamente.
El médico, que en la medicina practicada hasta hoy en día tenía que ser en lo posible un científico super-especializado, pasa a ser en el futuro, una persona altamente calificada en el aspecto humano, con una preparación muy amplia y con dones de auténtico “detective-criminalista” médico. Además tiene que poseer el carisma de un sano sentido común y de una gran comprensión humana. Tiene que ser capaz de permanecer al lado de su paciente como un buen amigo, proporcionándole al paciente-protagonista sus conocimientos profesionales. Estos “sacerdotes del Dios Esculapio” tienen que ser hombres sabios y humildes, con un corazón cálido y al mismo tiempo con un gran conocimiento general e interdisciplinario.
El primerísimo paso en la Nueva Medicina Germánica es proporcionar al paciente un entendimiento de la naturaleza biológica de su enfermedad. La terapia debe empezar por hacer que el paciente comprenda su enfermedad a la luz de las Leyes Biológicas. Esto le permitirá no solo saber qué ocurre en su organismo y por qué, sino además participar activamente en su tratamiento y conocer con antelación los cambios que ocurrirán en su organismo según evolucione el conflicto. Además, la persona al conocer la Nueva Medicina sabrá si lo que esta teoría plantea se cumple o no en su caso específico. Lo que es motivo subjetivo para aceptar o no la Nueva Medicina como opción terapéutica.
Es esencial saber si el paciente está en conflicto activo o si ya está sanando. Si el paciente está aún en Fase Activa se debe identificar el DHS y desarrollar una estrategia para resolver el conflicto. Es crucial preparar al paciente para los síntomas de reparación y para posibles complicaciones.
Para que la persona inicie el proceso de reparación es imprescindible que se resuelva el conflicto, sin la resolución del conflicto NO hay reparación. Lo mejor es encontrar una solución real, resolver el problema si hay maneras de hacerlo. Si no hay maneras de resolver el problema simplemente hay que dejar ir la preocupación, no vale la pena preocuparse por situaciones que no podemos resolver, porque esa preocupación nos trae “enfermedad”, para ello podemos acudir a ayuda especializada, como psicólogos o psiquiatras, pero sólo si no existe una solución práctica real, y sin consumo de medicamentos.
Una solución práctica es generalmente la mejor y la más duradera. Debido a que los síntomas de reparación son siempre proporcionales a la intensidad y duración de la Fase Activa, debemos tratar siempre de resolver un conflicto tan pronto como sea posible. Si un conflicto no puede resolverse debido a limitaciones o por su intensidad emocional, degradar el conflicto es un paso muy importante. La actividad extrema del conflicto, que dura un largo periodo de tiempo, agota al cuerpo a un grado tal que el organismo se consume y el individuo muere de lo que se llama caquexia.
Reducir un conflicto intenso, por ejemplo: a través de encontrar soluciones parciales, un cambio de actitud o distracción, también disminuye los síntomas en el nivel del órgano, como el tamaño de un tumor. Por lo tanto, una “masa conflictual” degradada también provee mejores condiciones para entrar en la Fase de reparación. ¡Esta es la mejor medicina preventiva!
Si la naturaleza ha programado un estado de estrés no es sin razón, puesto que es sólo bajo estrés que el individuo puede resolver el conflicto. Para encontrar una solución real, lejos de suprimir el estrés, es necesario, por el contrario, acentuarlo todavía más para poner al individuo en disposición de resolverlo. En Psiquiatría, cuando se administran tranquilizantes, que son productos químicos para calmar a los pacientes, lo único que se consigue es cultivar enfermedades crónicas, ya que a estos pacientes pierden las fuerzas, privados de sus propios medios naturales para resolver los conflictos. De esta manera, estos infelices no podrán jamás resolver sus problemas y a menudo quedan condenados a pasar su vida entera tras los barrotes de la Psiquiatría.
Es importante que el paciente logre hablar de su conflicto, una de las características de la Fase Activa es que el paciente no puede hablar del asunto, siente que debe “tragárselo” el solo, no puede verbalizarlo. En el momento que el enfermo logra empezar a contar la situación que le preocupa o el evento traumático ocurrido, normalmente empieza la Fase de reparación.
Cuando el conflicto ha quedado resuelto, el tumor no debe ser operado ni eliminado, salvo en rarísimos y excepcionales casos.
Los tumores de proliferación en Fase de reparación (controlados desde el Paleoencéfalo), que es la forma correcta de definirlos, raramente tienen necesidad de ser operados. Tan solo en aquellos casos en los que ocasionan una importante molestia mecánica o limitan al paciente en sus movimientos, como sucede por ejemplo con un gran quiste renal, o un gran bazo consecuencia durante la Fase de reparación de una necrosis preliminar. La necrosis del bazo se presenta en el substrato orgánico en un conflicto de sangrado y herida, con caída de trombocitos en la Fase Activa, y como esplenomegalia (aumento del volumen del bazo), en la Fase de reparación.
Normalmente, es un hecho que en el 90% de los casos no se presentan complicaciones notables en la Fase de reparación. Queda el 10% restante. En los casos en los que el conflicto ha durado más tiempo o la intensidad ha sido considerable (o ambas cosas a la vez) el paciente presenta una masa importante de conflicto, que una vez solucionado puede crear complicaciones en forma de edemas cerebrales, y sobre todo en las Epicrisis. Debemos conocer estas complicaciones, que no son temibles más que en un 10% de los casos, en los que llegado el momento pueden conducir a la muerte.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado, la neuroglia, que es el tejido cerebral conectivo que proporciona el apoyo estructural para las neuronas, se establece en el sitio para restaurar la función de las células nerviosas que fueron afectadas por el Choque biologico (DHS). Es natural una acumulación de glia, lo que la medicina convencional etiqueta como un “tumor cerebral”, a menudo con calamitosas consecuencias para el paciente. Los cánceres cerebrales como metástasis NO existen.
Es importante explicar el contexto de la enfermedad y calmar al paciente, haciéndolo comprender que todo ocurre por una razón y que podemos predecir lo que sucederá durante el proceso de reparación. Si el paciente no entiende o no quiere entender los principios de la Nueva Medicina, cualquier esfuerzo terapéutico será inútil.
Cada paciente recibe la terapia que él desea. NUNCA hay que tratar de forzar un paciente hacia la Nueva Medicina, aún si el paciente es tu mejor amigo. Solamente fomentarías problemas y remordimientos de conciencia, dando como resultado falla en el tratamiento y finalmente sentimientos de culpa. Si el paciente siente que la Nueva Medicina es la aproximación terapéutica correcta para él, éste preguntará por más información detallada sobre su caso. Él estará listo para tomar las decisiones correctas y para asumir la responsabilidad por ellas.
¡Las decisiones deben ser tomadas sólo por el paciente!
De acuerdo con los principios de la Nueva Medicina, cualquier intervención terapéutica en el tratamiento de pacientes con cáncer comienza explicando el contexto, ayudando al paciente a sobreponerse al miedo inquietante de que “células metastásicas” se encuentran desplazándose por su cuerpo, y explicando la patogénesis y progresión de la enfermedad, algo de lo que él quizá ya se encuentra enterado. La Nueva Medicina es diametralmente opuesta a las terapias médicas convencionales, incluyendo sus aplicaciones más exóticas. En la medicina convencional, el paciente, ser que sufre y que soporta su enfermedad, es usualmente sujeto al mero tratamiento de sus síntomas con cirugía, radiación, quimioterapia y morfina o también con salvado, brotes de soya, inyecciones de muérdago, remolachas, etc.
Ahora, con la Nueva Medicina el paciente se convierte en un “agente” activo en el tratamiento de su enfermedad. Él asume la responsabilidad de resolver su conflicto, quizás con cierto apoyo, pero básicamente tiene que resolver su conflicto por sí mismo. Una solución real es ciertamente lo mejor y lo más viable, una solución definitiva.
No hay una aproximación que se ajuste a todos, no una receta general que deba ser aplicada para poder obtener soluciones posibles. Solo existen posibles caminos para una solución óptima, y estos difieren de un paciente a otro. Está claro que una solución real puede no ser posible para algunos conflictos, éstos requieren una aproximación intelectual. Una perspectiva espiritual o religiosa puede ser útil para lograr esto, así como el apoyo de un amigo querido, como dice el lema: un dolor compartido es dolor a la mitad.
Ofrecer apoyo espiritual al resolver un conflicto en un nivel intelectual ciertamente ha sido un elemento central de la religión a través de las épocas. Basados en los principios de la Nueva Medicina, sólo podemos decir a los pacientes acerca de los diferentes caminos para resolver su situación. Finalmente depende del paciente y sólo de él mismo qué camino elige. En otras palabras, el paciente maneja su propia terapia, pero siempre asistido por un terapeuta de la Nueva Medicina, por si se presentan complicaciones.
Un paciente que va y viene entre las creencias de la medicina convencional y el concepto de la Nueva Medicina sentirá como estarse mojando continuamente con baños de agua helada y agua caliente. Estando ya afectado por su enfermedad, el paciente no mantendrá su defensa por mucho tiempo. La mera mención de un diagnóstico de cáncer o del término “metástasis generalizada” lo propulsará hacia un abismo de total impotencia. Para la mayoría de los pacientes, el supuesto común de que el cáncer continuará creciendo constituye una sentencia de muerte. Ser llevado de la esperanza al pánico, de la actividad a la pasividad, es entonces una situación catastrófica. Alternar entre estas “duchas frías y calientes” trae las peores complicaciones.
Es muy importante que el paciente no entre en pánico. El entrar en pánico hará que se active un programa biológico. Muy a menudo, la gente muere en pánico. La persona no debiera entrar nunca en pánico ni hacer entrar en pánico a los demás. Hay que tener un enorme cuidado con el entorno y especialmente con quien recibe de nosotros. No entrar en pánico significa que el enfermo nunca debe asustarse y que los terapeutas jamás deben asustar al enfermo.
Consejos y recomendaciones en la Fase de Recuperación y en una Crisis Epileptoide
La Fase de Reparación está caracterizada por:
– Poca energía
– Pérdida de fuerza
– Dolores de cabeza
– Inflamación
– Fiebre
– Dolor
– Calor
– Ardor
– Aumento de volumen
– Fiebre
– Sudores nocturnos
– Pus
– Sangrado
– Anemia y posterior leucemia
– Bronquitis, laringitis, tos
– Prurito
– Descargas y flujos (potencialmente mezclados con sangre)
– Microbios
Las llamadas “infecciones” son síntomas típicos que indican que el conflicto relacionado ha sido resuelto, se está bajo la acción de los microbios y el órgano ó tejido correspondiente está ahora cursando por el proceso natural de reparación.
A continuación detallamos un grupo de recomendaciones para personas que estén en Fase de Recuperación de algún conflicto. Es realmente muy importante aplicarlas para pasar la fase de la Crisis Epileptoide (epicrisis) lo más suavemente posible. La Epicrisis generalmente ocurre a la mitad de la Fase de Recuperación.
En cualquier conflicto de pérdida territorial que haya durado más de nueve meses, un ataque cardíaco fatal es posible, el cual ocurre aproximadamente la segunda y cuarta semanas después de la solución del conflicto, dependiendo la masa conflictual.
Manifestaciones más comunes de la Epicrisis:
– Manos y pies fríos
– Sudor frío
– Mareos
– Náuseas
– Vómitos
– Visión doble
– Expectoración profusa
– Bronco espasmos
– Accesos de tos
– Sangrado
– Presión alta
– Dolor
– Cólicos por contracciones
– Cólico biliar
– Calambre muscular
– Crisis de ausencia
– Dolores de cabeza
– Asma
– Migraña
– Embolia pulmonar
– Hipoglucemia
– Crisis de hiperglicemia
– Crisis neumónica
– Epilepsia
– Isquemia cerebral
– Infarto al miocardio
– Paro cardíaco
– Ataques de pánico
Recomendaciones en Fase de Recuperación:
– Tomar café cargado, té o Coca Cola varias veces al día.
– Tomar vitamina C.
– Preventivamente está recomendado la administración de glucosa por vía oral.
– Poner hielo en la cabeza, varias veces al día, sobre todo antes de dormir, para enfriar el Foco de Hamer (FH).
– Mantener la cabeza fría, el mayor tiempo posible.
– No tomar el Sol directamente en la cabeza.
– Dormir en una habitación fría o fresca.
– Evitar los baños en saunas y baños calientes, sobre todo en la cabeza.
– Tomar duchas frías.
– Dieta balanceada, pero rica en proteínas.
Se debe tratar de localizar en la cabeza una zona más caliente que el resto de la cabeza, para aplicar estas recomendaciones:
– Dormir del lado contrario para que quede esa zona mas elevada.
– Enfriar con hielo esa zona más intensamente que el resto de la cabeza.
Fiebre
La fiebre es característica de la Fase PclA, donde se está bajo la acción de los microbios en recuperación de un conflicto biológico ya solucionado de origen endodermico.
Los antibióticos interrumpen o detienen por completo el proceso de reparación de los microbios en un órgano que está curándose.
La cortisona, los antihistamínicos, los fármacos anti inflamatorios y los antibióticos son todos medicamentos simpaticotónicos con un efecto estimulante. Si se administran durante la Fase de reparacion interrumpen y prolongan el proceso natural de reparacion y previenen una recuperación completa.
Quimioterapia
Los fármacos citoestáticos (quimioterapia) consisten en un tratamiento de agentes simpaticotónicos con veneno celular que debería impedir la proliferación celular. Naturalmente se observa que este veneno celular ataca en primer lugar la médula ósea. Después a los órganos reproductivos, cosa que puede causar la perdida de la fertilidad de manera temporal o permanente. El veneno celular intensifica la simpaticotonía y por lo tanto estimula todavía más el crecimiento tumoral en la Fase Activa. También disminuyen la elasticidad del tejido cerebral involucrado durante el proceso de reparación.
La quimioterapia y sus agentes citotóxicos disminuyen la elasticidad de las neuronas y sinapsis del cerebro ya que provocan un efecto llamado de acordeón. Durante la quimioterapia el edema es comprimido y liberado de manera alternativa, un mecanismo que puede llevar a romper las células en el edema cerebral.
La quimioterapia en ciertos casos tiene un éxito aparente (con costos sobre la médula ósea), en cuanto a que puede eliminar síntomas de fases de reparación, ya que el organismo entra en fuerte simpaticotonía al recibir el veneno. Esto se obtiene a precio de muchos efectos desastrosos: uno de ellos es que se debe seguir con la quimioterapia para impedir que se manifiesten de nuevo los síntomas de reparación, lo que naturalmente produce una lisis de la médula y la muerte segura del paciente.
Con la quimioterapia, en los cánceres dirigidos por el Cerebro Nuevo, puede conseguirse un éxito aparente puramente sintomático en la Fase Pcl, ya que con citostáticos se bloquea inmediatamente todo proceso de reparación y se entra en fuerte simpaticotonía. Éste es el caso en las dolencias del Mesodermo Nuevo como: cáncer de huesos (leucemia y osteosarcoma en la Fase Pcl) o en la inflamación de quistes de testículo u ovárico en la Fase Pcl, indurados posteriormente o en reparación de ganglios línfáticos (linfoma en la Fase Pcl). Con citostáticos se puede desinflamar cualquier forúnculo, absceso, incluso cualquier picadura de avispa. Los citostáticos sólo impiden y bloquean las fases de reparación y consiguen éxitos sintomáticos aparentes, puramente ficticios.
La medicina clásica también reconoce los efectos perjudiciales de la quimioterapia:
“Hasta ahora, se conocía que los fármacos quimioterápicos que se emplean para tratar el cáncer tenían efectos sobre el tejido cardíaco, pero no se sabía cuánto tiempo permanecían. Un seguimiento de 22 pacientes revela que los efectos sobre el corazón se agravan con el paso del tiempo. Se aconseja a todas las personas que hayan sido tratadas con este tipo de fármacos que deberían mantener vigilada su función cardiaca de por vida. Aún cuando muchos de los efectos secundarios desaparecen con bastante rapidez, algunos toman meses o años para desaparecer por completo. Algunas veces los efectos secundarios pueden durar toda la vida; tal es el caso cuando la quimioterapia causa daño permanente al corazón, los pulmones, los riñones o a los órganos reproductores. Ciertos tipos de quimioterapia ocasionalmente causan efectos retrasados, como un segundo cáncer, que aparece muchos años después”.
Radiación o Radioterapia
Las observaciones anteriores sobre la cirugía también aplican para la radiación. Adicionalmente, la radiación también tiene un efecto citotóxico siempre, aún en el tejido celular sano. Por esta razón, el tratamiento con radiación debería ser evitado a toda costa.
La radioactividad destruye células sanas del cuerpo, incluyendo a la médula ósea, que produce la sangre. Si el organismo se las arregla para recuperarse, entonces observamos la aparición de leucemia durante la Fase de reparación (justo como en el caso de un “conflicto de desvalorización profunda” que involucra a los huesos).
Morfina
Una sola inyección de morfina administrada a un paciente en lo más profundo de la Fase de Vagotonía puede ser fatal. La morfina altera las estructuras cerebrales, disminuye el poder de la voluntad y paraliza los intestinos. La morfina resulta perjudicial para cualquier paciente. En la naturaleza no se ha previsto una intervención similar desde el exterior.
Desde que existe la morfina y sus derivados, nuestros pensamientos son tristemente: “eliminamos el dolor con la morfina, en consecuencia, podemos curar”. El cálculo es erróneo. De hecho, la morfina desbarata todo el cerebro y el paciente pierde el ánimo y se deja adormecer porque no tienen ninguna voluntad.
Se acepta de forma irresponsable, frívolamente, los efectos colaterales de la morfina, como: adicción, supresión respiratoria, parálisis intestinal. Por ello, la toma de morfina es siempre una vía de sentido único, “un homicidio a plazos”.
La tragedia es que los pacientes la mayoría de las veces sólo tienen dolores cuando ya están en la Fase de Reparación y los dolores, por regla, tienen su límite de tiempo. Es el caso de osteolisis en huesos en la Fase Pcl, que producen un fuerte dolor por estiramiento (dilatación) del periostio, uno de los dolores más temidos en la medicina.
Con la Nueva Medicina podemos diferenciar con precisión a qué fase corresponde el dolor, de qué cualidad, cuánto puede durar. Si a un paciente se le puede decir por ejemplo: este dolor de huesos va a durar de seis a ocho semanas, después el hueso estará sanado. Así, un paciente nunca pide morfina, incluso ni la toma aún cuando se la ofrezcan. El paciente se hace un programa mental. Se le ayuda a distraerse y esto funciona casi siempre. Hablamos de aplicaciones externas para calmar el dolor: Acupuntura, masajes, Reiki, etc.
Es importante saber que la morfina provoca rápidamente alteraciones mentales y cerebrales gravísimas, que destruyen la moral del paciente hasta el punto, que a partir de ahí ya no puede soportar más ningún dolor. Dado que el dolor es subjetivo, cada vez que disminuye el efecto de la morfina, los pacientes sienten éste con mucha mayor intensidad que si no hubieran tomado la morfina. Por ello, de sobra se sabe que las dosis deben ser aumentadas. El paciente muere por causa de la morfina, el intestino se paraliza, muere de hambre y de sed.
Punciones y escisiones (biopsias)
Según la comprensión de la Nueva Medicina, en cuanto a que en caso de un cáncer siempre se encuentra la misma formación histológica en el mismo órgano, resultan casi del todo superfluas las punciones y escisiones. La TAC cerebral nos proporciona una aclaración más segura sobre la formación histológica que una prueba con escisión.
Una escisión en caso de un osteosarcoma es casi siempre el comienzo de una catástrofe. Porque el líquido del callo que se encuentra bajo presión se hace camino por el periostio abierto (irrupción de la sutura del periostio) en el tejido circundante causando un enorme osteosarcoma. Si no se hiciera biopsia, el tejido circundante externo sólo estaría inflamado, porque en efecto el líquido traspasa el periostio, pero no las células del callus. Tendríamos un proceso como en el caso de reumatismo articular agudo, que después decrece espontáneamente.
La punción puede tener consecuencias fatales donde abra al exterior un denominado absceso frío. Las pruebas con punciones y escisiones en un futuro en la Nueva Medicina quedarán sólo para muy pocos casos, excepcionales.
Familiarizados con el patrón de las dos fases de cada “enfermedad”, la calidad de la comida, plantas o suplementos dietéticos muestran una nueva óptica. Por ejemplo, la vitamina C tiene una cualidad “simpaticotónica” y como tal, actúa como un estimulante. Esto explica por qué la vitamina C “trabaja” en un resfriado o por qué ayuda a aliviar el dolor (un síntoma de reparación vagotónico) si se administra de forma intravenosa. Tomada en cantidades excesivas durante la Fase Activa del conflicto, la vitamina C puede aumentar los síntomas, incluyendo el crecimiento de los tumores controlados desde el Cerebro Antiguo. Por otro lado, en la Fase de reparación la vitamina C disminuye los síntomas pero también prolonga esta Fase de Reparación. Ésta puede ser una medida bienvenida para reducir los síntomas de reparación que sean muy intensos.
El café, como la vitamina C, es también un estimulante. Es por eso que beber café alivia los dolores de cabeza (un síntoma vagotónico). Desde luego, tomar mucho café durante la Fase Activa amplifica los síntomas relacionados, por ejemplo: la retención de líquidos y el sobrepeso relacionado con la retención de líquidos (producido por “conflictos de abandono o existenciales”). Esto también puede aplicarse a las bebidas con cafeína, las bebidas “energizantes” y a cualquier otro líquido estimulante.
Es innegable que la Nueva Medicina ofrece perspectivas nuevas y excitantes para los nutriólogos y los que trabajan con plantas y hierbas.
Los dolores
Tanto en el hombre como en el animal, los dolores tienen fundamentalmente un sentido biológico: el de inmovilizar el organismo por completo y el órgano, de manera que la reparación pueda realizarse de forma óptima. Existen diferentes calidades de dolor. Hay dolores en la Fase Activa del conflicto, tales como la angina de pecho o la úlcera de estómago. Y existe otro grupo: los dolores existentes en el curso de la Fase de reparación, que vienen provocados por inflamaciones, tumefacciones o edemas, incluso por cicatrizaciones.
Los dolores de la Fase Activa, tales como los de la angina de pecho, desaparecen inmediatamente que se ha resuelto el conflicto. Son dolores que, si se quiere, pueden ser resueltos psíquicamente.
Los dolores de la Fase de reparación, que en principio son algo positivo, ya que tienen un sentido biológico: consistente en ayudar al organismo a completar esta fase. El dolor no ha surgido para “castigar” al organismo, sino para inducirlo (a la fuerza, visto en términos biológicos) a realizar ciertas conductas (quedarse inmóvil), disminuyendo así los riesgos biológicos implicados en la realización de la conducta contraria a la exigida por el dolor.
Desde una perspectiva biológica, esto parece comprensible; los programas biológicos de enfermedad se desarrollaron a lo largo de la evolución sin tener presente la existencia de médicos, veterinarios y especialistas en el dolor. Estos programas se desarrollaron en una forma que fuesen lo más eficaces posible, en el contexto evolutivo concreto de las especies en su interacción constante y dinámica con el entorno.
Existen formas de atenuar los dolores del paciente, ya sea por medicamentos o por plantas medicinales. Lo terrible es que en la medicina actual todos los pacientes que tienen cáncer y dolores, aunque sean ligeros, reciben inmediatamente morfina o derivados de ella. Incluso, una sola inyección puede resultar mortal, puesto que modifica aterradoramente la oscilación global del cerebro y desmoraliza al paciente por completo. A partir de ese momento también queda paralizado el intestino y no puede ya elaborar y asimilar los alimentos. El paciente desarrolla bulimia y no se da cuenta de que está a punto de que le maten cuando se encontraba ya en la Fase de reparación, y que tan solo con que se dejara a la naturaleza seguir su curso recuperaría la salud en el espacio de algunas semanas.
Pero si se le dice a un paciente que se le va a ejecutar a través de inyecciones de morfina y que durará quince días, seguro que prefiere soportar los dolores antes que dejarse matar.
Cuando los pacientes consideran de forma retrospectiva el tiempo relativamente corto que han durado los dolores, agradecen que se les haya evitado la muerte por morfina, a la cual habrían sucumbido con toda seguridad en su Fase de reparación, al cabo de dos o tres semanas de recibir morfina, fortral, valoron o temgesic.
En la medicina convencional al quitarle el dolor al paciente se le esta privando de que complete la Fase de reparación, y por tanto de que se cure definitivamente. Dado que la medicina convencional, como la mayoría de la gente, desconoce que el dolor forma parte de un programa especial, no ven reparo alguno en quitar el dolor como sea. De hecho, en casos de cáncer terminal, frecuentemente se piensa: “bueno, como de todas formas va a morir, al menos que muera sin sufrimiento”. Con lo cual se justifica que el paciente muera tranquilo, sin dolor alguno… pero muera.
Esta visión fatalista es rechazada en la Nueva Medicina, que considera que muchos de estos casos “terminales” tienen una oportunidad (ciertamente no todos los casos la tendrán), pero quizás el precio biológico que tengan que pagar para la reparación sea resistir temporalmente un dolor intenso.
Según las estadísticas oficiales del Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer, de Heidelberg: el 98% de las personas afectadas de cáncer y tratadas por ello mueren en los siete años, el 95% fallecen ya al cabo de cinco años. Con la Nueva Medicina el 95% de los pacientes no tratados (nada de quimioterapia, radioterapia, etc.) sobreviven. Para los animales, hablaremos del 80% al 90% de reparación espontáneas si se deja actuar a la naturaleza.
Si el paciente reposa en casa la mayor dificultad es hacerle entender y aceptar lo que la medicina convencional denuncia como síntomas no deseados tales como: inflamación, pérdida de energía, signos de parálisis, y especialmente el dolor. Una vez que ha comprendido el significado de estos síntomas como precursores de la Fase de reparación, el paciente estará bien preparado para tolerar aún el dolor más fuerte.
Porque el Cancer pasa a otros órganos en los niños? Se supone que a ellos no se les dice el diagnostico.
Porque la música de Hamer produce lo que dice?, cuál es la ciencia tras ello y como lo miden? , me refiero al efecto sonoro, que la hace diferente de otras piezas similares que hay dentro de la música coral, por dar un ejemplo.
El cancer es un programa biologico de adaptacion, mal interpretado como mal o enfermedad. Cualquier persona puede vivir un choque biologico. Sea bebe dentro o fuera de la panza, niño o adulto.
La Musica del Dr Hamer no hace lo que dicen, en nuestra experiencia no sirve, solo podria disminuir un poco el drama relajando el sistema nervioso, pero solamente eso, baja un poco la masa conflictual. Siempre hay que resolver el DHS para lograr la reparacion completa.
Saludos
Gastón es posible que un paciente con osteosarcoma en columna vertebral en fase de reparación tenga las pulsaciones aceleradas (120)? Tiene anemia y creo que aun en fase pclA, aun persiste la sudoración
Corresponde a otro choque biologico las pulsasiones aceleradas.
Hola.
Muy interesante.
Pregunto…
No sé recomienda Corticoides en Curación por ser estimulante… Pero si Cafeína… No es una Contradicción?
Muchas gracias
No, el cafe es natural y no interrumpe con los programass biologicos, lo mismo que las plantas medicinales y las flores de bach. Todos los quimicos son perjudiciales y generan efecto acordeon empeorando luego de intervenir en el programa biologico.
Gaston, que se debe hacer en caso de que una persona ya haya superado el conflicto de desvalorizacion y ahora presente un cuadro de leucemia?
Cual seria el tratamiento?
No hay tratamiento, la leucemia es la fase de reparación sin es que resolvió los dhs y no está derrumbado sólo atravesar la pcl sin recaídas
No se puede generalizar hay que investigar cada caso en particular. La leucemia en principio es un proceso de reparacion, donde lo unico que hay que hacer es comer mucha proteina y glucosa para ayudar al cuerpo a recuperarse.
Epilepsia en perros , es una hembra , viene sufriendo ataques cada tres meses aproximadamente ya desdé nacimiento y sus hermanos también, su padre ya lo padecía.
Saludos , Gracias .